martes, 31 de agosto de 2010

EL ESTANQUE (José María Eguren, peruano)

¡El verde estanque de la hacienda,
rey del jardín amable,
está en olvido
miserable!
En las lejanas, bellas horas
eran sus linfas cantadoras,
eran granates y auroras,
a campánulas y jazmines
iban insectos mandarines
con lamparillas purpuradas,
insectos cantarines
con las músicas coloreadas;
mas, del jardín, en la belleza
mora siempre arcana tristeza:
como la noche impenetrable,
como la ruina miserable.
Temblaba Vésper en los cielos,
gemían búhos paralelos
y, de tarde, la enramada
tenía vieja luz dorada;
era la hora entristecida
como planta por nieve herida;
como el insecto agonizante
sobre hojas secas navegante.
Clara, la niña bullidora,
corrió a bañarse en linfa mora,
para ir luego a la fiesta
de la heredad vecina;
ya a su oído llegaba orquesta
de violín, piano y ocarina.
Brilló un momento, anaranjada,
entre la sombra perfumada,
con las primeras sensaciones
del sarao de orquestaciones.
¡Oh! en la linfa funesta y honda
fue a bañarse la virgen blonda;
de los amores encendida,
la mirada llena de vida. ..
¡EI verde estanque de la hacienda,
rey del jardín amable,
hoyes derrumbe
miserable!