domingo, 21 de agosto de 2011

HE OÍDO LO QUE DECÍAN LOS CHARLATANES... (Walt Whitman, norteamericano)


He oído lo que decían los charlatanes sobre el principio y el fin,
Pero yo no hablo del principio y del fin.

Jamás hubo otro principio que el de ahora,
ni más juventud o vejez que las de ahora,
Y nunca habrá otra perfección que la de ahora,
Ni más cielo o infierno que éstos de ahora.

Instinto, instinto, instinto.
Siempre el instinto procreando el mundo.

Surgen de la sombra los iguales, opuestos y complementarios, siempre sustancia y crecimiento, siempre sexo,
Siempre una red de identidades, siempre distinciones, siempre la vida fecundada.
De nada vale trabajar con primor; cultos e ignorantes lo saben.

Seguro como lo más seguro, enclavado con plomo en las columnas, abrazado al poste firme,
Fuerte como un caballo, afectuoso, soberbio, ecléctico,
Yo y este misterio aquí estamos frente a frente.

Limpia y tierna es mi alma, y limpio y tierno es todo lo que no es mi alma,

Si falta uno de los dos, ambos faltan, y lo visible es prueba de lo invisible,
Hasta que se vuelva invisible y haya de ser probado a su vez.

Cada época ha humillado a las otras enseñando lo mejor y desechando lo peor,
Y yo, como conozco la perfecta justeza y la eterna constancia de las cosas,
No discuto, me callo, y me voy a bañarme para admirar mi cuerpo.

Hermoso es cada uno de mis órganos y de mis atributos, y los de todo hombre bello y sano,
Ni una pulgada de mi cuerpo es despreciable, y ni una debe ser menos conocida que las otras.

Me siento satisfecho: miro, bailo, río, canto;
Cuando mi amante compañero de lecho, que ha dormido abrazado a mí toda la noche, se va con paso quedo al despuntar el alba,
Dejándome cestas cubiertas con lienzos blancos que llenan con su abundancia mi casa,
Yo las acepto con naturalidad,
¿pues habría de tasarlas hasta el último céntimo para conocer exactamente el valor de su regalo?

No hay comentarios: