domingo, 3 de junio de 2012

AUSCHWITZ NO FUE EL JARDIN DE MI INFANCIA (Fayad Jamís, mexicano-cubano)

A Otto Fernández



Auschwitz no fue el jardín de mi infancia. Yo crecí

entre bestias y yerbas, y en mi casa

la pobreza encendía su candil en las noches.

Los árboles se cargaban de nidos y de estrellas,

por los caminos pasaba asustándose una yegua muy blanca.



Auschwitz no fue el jardín de mi infancia. Sólo puedo

recordar el sacrificio de las lagartijas,

el fuego oscuro del hogar en las noches de viento,

las muchachas bañando sus risas en el río,

la camisa sudada de mi padre, y el miedo

ante el brutal aullido de las aguas.



Auschwitz no fue el jardín de mi infancia, comí caramelos

y lágrimas, en mi avión de madera conquisté

nubes de hierba y no de piel humana.

Soy un privilegiado de este tiempo, crecí bajo la luz

violenta de mi tierra, nadie me obligó a andar

a cuatro patas, y cuando me preguntan mi nombre

un rayo parte la sombra de una guásima.

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